Lucho Castillo, Yungay, Campeón Nacional de Cueca Categoría Adulto, Arica
1997. Músico, compositor cuequero.
Foto: Domingo Fernández
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“Desde cabro que bailo cueca. Yo
soy de Yungay, un pueblo con una tradición cuequera fuerte, sobre todo de cueca
huasa, bien huasa. Cuando chico, jamás pensé en dedicarme a la música, menos en
armar lotes para tocar. Siempre bailé.
En el ’97, fui a Arica, al Campeonato
Nacional de Cueca, y con mi hermana ganamos en categoría adulto. Ahí conocí a
dos personas importantes para mí. Fue allí donde conocí a Carlitos Martínez,
quién sería mi compañero de Los Tricolores. En ese tiempo, tocaba con un grupo
que a ratos se llamaba Los Pregoneros o Los Dueños del Barón; usaban uno de
esos nombres. Y, también vi por primera vez al amor de mi vida: Karina. La vi,
y si bien no la conocí en esa ocasión, me propuse conocerla la próxima vez.
Coincidió, en esa época también,
que me empezó a picar el bicho por la música. Siempre participé en grupos folclóricos,
bailando o incluso tocando la guitarra. Como dije antes, nunca se me ocurrió
armar lotes o grabar. Pero, después de Arica, comencé a conocer otro lado de la
cueca. Me llegaron discos de Altamar y de Los Afuerinos. También recibí un cassette
de Los Chileneros; ellos me abrieron el mundo. Por el Sata Ponce (de Los Afuerinos),
empecé a interesarme en el acordeón e intenté a escribir cuecas. No recuerdo el nombre de la primera (*) que hice
pero trataba del caso de una señora de las cercanías de Angol que se tiró a un canal por un
desamor y, dice la leyenda, penaba y secuestraba a los hombres. Lo único que
hice fue contar esa historia con mis propias palabras, pero en cueca.
Parte de la responsabilidad de
ser campeón nacional de cueca es viajar por todo Chile. En el 98, nos tocó
venir a la Municipalidad de Las Condes a la Regional. Yo sabía que Karina iba a
estar y, pese a que había pasado un año, seguía con la idea de conocerla. En
esa época vivía en Conce con mi hermana, donde estudiábamos nuestras carreras. Conocí
a mi Negra y nos pusimos a pololear. A pesar de las distancias –yo en Conce y
ella acá en Santiago- nos enamoramos y fue muy fuerte. Tanto, que me inspiró a
escribir Seremos Uno. Es cierto eso de que las cuecas de amor de antaño que
conocemos no tienen finales felices. Alguien sufre o termina odiando al otro
por una traición. Pero esta cueca tiene un final feliz porque Karin y yo
estamos casados y tenemos nuestra familia.
Yo ya le había presentado la
cueca a Karina y en una de mis tantas visitas a Santiago, me junté con los
cabros de Altamar que solían ensayar en la casa de Pepe (Fuentes) antes que fuera
la Casa de la Cueca. Les comenté que había escrito esta cueca y me pidieron
mostrarla porque estaban buscando canciones para su próximo disco. Cuando la canté, quedaron impresionados y me dijeron que la
querían grabar; esto ocurrió en el '99. Nunca pensé que iba a tener
el impacto que hoy tiene. Me da gusto saber que hay grupos como Altamar y
Maihuén, que tienen públicos distintos, tocándola. Esta cueca es una
declaración de amor a mi señora y no tiene gracia tenerla escondida; la gracia
está en gritarla a los cuatro vientos. También me da gusto saber que hay gente
que empatiza con la letra.
Tengo un compañero de pega que
pertenece a un grupo de cueca e incluso viajó a Mendoza con su conjunto. Sabe
de mi historia con los Tricolores, pero me comentó una vez que en ese viaje,
les fue bien con una cueca que es su “caballito de batalla” que los argentinos
pedían a gritos. Era Seremos Uno. No tenía idea que yo la había escrito. Qué
bueno que la gente se identifica con ella. Qué bueno que esa cueca tiene vida
propia.
Nunca la he grabado y no descarto
hacerlo. Quizás sería bueno que se conociera mi interpretación de esa cueca con
final feliz.”
(*) Posteriormente, se confirmó que la cueca se llamaba la "Solterona"
Seremos Uno
Cariño seremos uno
Con amor de sangre ardiente (amor de mi alma)
Seremos cual(*) bello eclipse
Sol y luna avasallantes (*) (amor de mi alma)
Negrita de mi vida
Mi alma robaste
Amarte hasta la muerte
Jamás dejarte (amor de mi alma)
Jamás dejarte, ay sí
Eres aroma
Que mi corazón siente
Cuando te llora (amor de mi alma)
Amarte hasta la muerte
Será mi suerte
(*) En la versión de Altamar, en vez de "cual" usan "cuan" y en vez de "avasallantes" dicen "avasallante". Esta es la letra original de Luis Castillo.
(*) Posteriormente, se confirmó que la cueca se llamaba la "Solterona"
Seremos Uno
Cariño seremos uno
Con amor de sangre ardiente (amor de mi alma)
Seremos cual(*) bello eclipse
Sol y luna avasallantes (*) (amor de mi alma)
Negrita de mi vida
Mi alma robaste
Amarte hasta la muerte
Jamás dejarte (amor de mi alma)
Jamás dejarte, ay sí
Eres aroma
Que mi corazón siente
Cuando te llora (amor de mi alma)
Amarte hasta la muerte
Será mi suerte
(*) En la versión de Altamar, en vez de "cual" usan "cuan" y en vez de "avasallantes" dicen "avasallante". Esta es la letra original de Luis Castillo.